martes, 27 de enero de 2009

YO, MUÑECA DE TRAPO

Me siento triste y sola,
una niña gris perdida entre la niebla
de sus llantos.
Caminando,
helada y pálida como la Luna,
con el cabello y los ojos de tierra y viento
abiertos y descompuestos en tristezas
que ya no recuerdo.

Solitaria y melancólica libélula
lejos de una patria
que sólo pude disfrutar unos días,
poco tiempo para queien ansiaba un hogar
en el que recogerse al calor de lo que nunca he tenido.

Caminante y camino,
cargada de muertos y lágrimas,
la espalda dolorida y las piernas quebradas
continúo la senda
que es lo únoc que aún tengo,
que es lo único que aún piso,
que es lo único que ahora veo...
porque me siento superada
por el entorno,
la oscuridad pesa demasiado
en mis pestañas,
no hay luz que me proteja,
Leanan y melancolía
apagaron el candil de la esperanza
y yo me siento cada vez más vacía
y no por ello consigo mover mis alas
atadas a las Raíces
que me marchitan,
que me ahogan,
y que, muy pronto,
lograrán apagar
la diminuta luz
que aún persiste en mis dedos.

2 comentarios:

Oigres Led Séver dijo...

El otro día alguien me preguntó, ¿no has pensado que puedes ser un nómada?

Nerea Ferrez dijo...

Creo que nos movemos en un mundo de nómadas y ciudades iguales y que, sólo cuando descubrimos algo que hace que nos lata el corazón más fuerte, podemos encontrar el Hogar.