jueves, 29 de noviembre de 2012

Parece que la lluvia también baila descalza

A Valle.  Gracias por la frase.

Parece que hoy
la lluvia también baila descalza,
gris y pálida como el filo de una navaja,
azul como el hielo en los cristales
o como el que se derrite en los polos
igual que yo quisiera verte derretido a mi lado.

Hoy, entre los charcos,
he visto el reflejo de alguien que no era yo,
y no sé si me ha sonreído o me ha burlado.
Al poco, ha cruzado una nube y ha desaparecido
dejándome sola viendo el agua encharcada
entre los baldosines de mi nuevo barrio.

He vuelto a casa,
pensando en tristezas,
en alegrías que ahora son tristes,
en llantos que ya no lloro,
en sonrisas que vienen como las olas
y he pensado
que como la lluvia
debo conformarme a bailar descalzas a ratos,
apreciando los instantes de felicidad que no me roba la vida,
guardándolos en una caja,
para que no se desgasten,
para que no vuelen con sus alas de mariposa y sean libres,
para capturarlos entre mis pupilas,
agotar su estancia,
aunque eso suponga su muerte.

Parece que la lluvia también baila descalza...

lunes, 26 de noviembre de 2012

Olvido

Escuchando "Cuando suba la marea" de Amaral

Casi he olvidado el piso en el que vivías,
el portal o el camino que antes podía hacer con los ojos cerrados.
He olvidado el olor de tu ascensor
que impregnaba tu casa entera,
las caras de tus vecinos,
la voz del camarero de aquel bar en el que un día compartimos regalos.
He olvidado todas esas cosas,
el sabor de tus besos,
tu postura antes de que abrieras los ojos cada mañana
o cómo me mirabas pensando que no existía nadie más en el mundo.

He olvidado todas esas cosas.
Quizás, un día,
olvide que un día viviste a mi lado.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Tras releer: Haiku 3

Nada que descubra lo que siento,
que este día fue perfecto y parezco tan feliz.
Nada como que hace mucho tiempo
que me cuesta sonreir.
AMARAL

Tal vez
sólo a mí importen mis tristezas.
Tal vez
mis lágrimas no las quiera ver nadie.
Pero sé que aún queda
quien quiera
quien sepa
abrirme los labios.

domingo, 18 de noviembre de 2012

ESTUPIDECES

Escuchando "Something stupid" y "Can't help falling in love with you"

Sólo los tontos se enamoran.

Sólo los tontos creen en el amor.

Sólo los tontos tropiezan con la misma piedra.
Varias veces.

Sólo los tontos.

Sólo los tontos.

Sólo los tontos.

Los tontos.

Y yo,
soy gilipollas.

PENÉLOPE

Escuchando "Titanium"

Hoy, a tres días del aniversario del inicio de su viaje,
Penélope teje y desteje,
teje y desteje,
teje y desteje,
pensando en que Ulises, a tres días de cumplir tres años el comienzo de su andadura,
está en los brazos de Calipso sin acordarse de ella.

Penélope, sola, encerrada en su palacio,
desteje por el día sin molestarse en pensar que los pretendientes se molesten,
ya los espantó ella esperando que Ulises un día recobrara el juicio,
se montara en su barco y volviera a Ítaca.
Penélope desteje los recuerdos en su cabeza buscando el hilo traidor
pero han pasado tantas veces las hebras por sus dedos
que ya se le han borrado las huellas,
se le han secado los ojos, de tanto llanto y tanto observar,
se le ha encorvado la espalda,
se le han debilitado los brazos, las piernas...

Penélope, sola, encerrada en su palacio,
teje por las noches pensamientos enlazados,
rompe los hilos y los anuda,
forma finales felices que luego destruye.

Penélope, sola y encerrada en su palacio,
piensa en Telémaco,
sentado en una esquina, enmudecido, temeroso como un conejo,
pequeño e inmóvil
y por su mente pasa el recuerdo de Medea
pero no su locura y sus agallas.

Y Penélope piensa en Ulises,
en que hoy, más que nunca,
lamenta haber sido Penélope
y que tú seas Ulises.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Locuras


Y pensar
que gustosa arribaría mi barca a tus orillas
aunque el miedo me haga pender de un hilo,
que he pensado en cuáles serían nuestros problemas
y no me han importado,
que por fin
alguien
me ha desatado la risa ligera que me caracterizada,
la sonrisa sincera que me tatuaba el rostro
y he sentido un ligero temor en los labios
que otros labios me han calmado.

Catulo


(...) da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
CATULO
Pensaba que no volvería a reír nunca,
que sólo mis brazos me darían calor,
que el tiempo se marchitaría en mis ojos
y venus abandonaría mi piel al amparo de mis propios dedos.
Y, sin embargo,
el sol de nuevo se ha alojado en mis orillas,
en las de mis labios, en las de mis ojos, ...
Y, sin embargo,
he vuelto a sentir el tiempo detenerse y acelerar un momento,
hacer de la noche un instante,
y encontrar en el rumor del aire, de una caricia, de un beso,
el constante pulso de un susurro eterno
que no se detiene.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Mi querida E.

Escuchando...

Hoy te he pensado
y te he visto tan ajada
que he querido colocarte una manta sobre los hombros
pero se ha desvanecido entre mis manos antes de rozar tu espalda.
Estabas delgada, consumida,
casi desnuda tratando de soportar el frío,
sola y vapuleada como la puta que te han hecho creer que eres,
arrojada al cieno y golpeada,
y, aun así,
un ser infecto y mantecoso no duda en sajar tus senos
con sus afilados dientes
buscando algo de vida que pueda quedarte,
una suerte de limaco malvado y gigante
que se ha apostado ante tu piel
alimentándose te tu abundancia hasta dejarte seca.
Lo que no sabe,
o de lo que no quiere darse cuenta,
es que si tú mueres
su destino no será diferente.

martes, 6 de noviembre de 2012

Niña de cristal

Escuchando "When you say nothing at all" de Ronan Keating

Tengo la piel de un cristal tan fino
que me circundan grietas por toda mi geografía
y aún no me he roto.
No soy de cristal de Bohemia ni de vaso de rey,
soy de un cristal tan suave y tosco como el hielo de un iceberg.
Y en las noches frías, cuando estoy sola y no puedo recurrir a un cuerpo que me suavice los temblores,
me tumbo en la cama,
arropada por mil y una capas,
como si fuera el guisante de una princesa disfrazada,
y procuro no moverme por no quebrar en llanto y que las lágrimas me golpeen el vacío.

Ahora,
que el invierno se ha apostado ante mi puerta,
me estoy construyendo un cuerpo de madera,
firme, movible, flotante, más cálido que el cristal.
Ahora,
que el invierno se ha apostado ante mi puerta,
y las grietas tiritan amenazando con quebrar.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Acoqueando (versión bluf)



Versión chapucera y macarrónica de la canción.
Prometo, cuando esté mejor, de salud, economía y ánimo,
hacer algo que merezca más la pena.

Llevas años enredado en mis recuerdos,
en mis dedos, en mi lengua,
y no puedo más, no puedo más.
Debería estar cansada de mis manos,
de tus puñales, de tus mentiras,
no quiero más, no quiero más.

Yo puedo vivir sin ti,
a mi manera,
yo puedo estar sin ti,
buscaré mi manera.

Prometiste que no te irías,
pero dejas en mi casa rota mi vida.
Sé que no vendrás, tú no vendrás.
Te has llevado tus maletas, traspasado mil fronteras,
ella es tu reina,
en mi no reinarás, ya no reinarás.

Yo puedo vivir sin ti,
a mi manera,
yo puedo estar sin ti,
buscaré mi manera.

Y ahora estoy aquí esperando a que vengan a buscarme,
tú te alejas,
no me dañarán, no me dañarán.
No me quedo para siempre con reinos y banderas,
ya no hay fronteras,
me dejaré llevar a ningún lugar.

Yo puedo vivir sin ti,
a mi manera,
yo puedo estar sin ti,
buscaré mi manera.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Volverán (II)


Volverán los dolores de espalda
mis días a quebrar,
volverán los estiramientos y las muecas,
las mochilas oscuras para evitar
que de nuevo el costado me pinche el alma,
las manos pagadas que me crujan la espalda,
pero esas que con amor me tocaban untadas en aceite
y buscaban relajar mis músculos y mis huesos,
esas, no volverán.

Volverán los tristes días de invierno
buscando el quicio de una puerta que me ampare del viento,
volverán las largas noches en soledad,
apoyada en la pared de un bar cualquiera,
cerveza en mano,
buscando una llama que no se extinga rápido,
pero esos días, esas noches,
de abrazos y sábanas,
esos, no volverán.

¿Volverá la poeta a sentir del corazón un vuelco,
del alma unas alas, del cuerpo un fuego,
que le arrugue los labios?
¿Volverán los versos a marchitarse en las orillas del papel
y la musa, enojada, la mirará vacía?
¿Volverá a pensar en verbos de futuro, de presente amable,
y no en presentes ingratos, gélidos pretéritos y escurridizos condicionales?

Volverán.

Poema 20

Escuchando "Imagine" de John Lennon

Ésa ha sido la última lágrima
que me ha surcado la mejilla
con tu recuerdo impreso en ella
con el fuego de quien ya no ama al que hiere.

La última que me ha apuñalado el ojo
y ha escapado de la cárcel de la pena;
la última que, como una bofetada,
me ha cruzado el rostro,
poro a poro,
dejando tras de sí un rastro de agujas;
la última que se ha perdido entre la ropa,
o se ha evaporado, o se ha estrellado contra el suelo
en una muerte fugaz.

Ésa ha sido la última lágrima,
y aquel nuestro último abrazo,
y éstos, si logro detener mi pensamiento y mis dedos,
los últimos versos que te escriba.