miércoles, 31 de diciembre de 2008

I miss you Eire (Cronaím mé thú Éire)


Es mi Irlanda bella a la que echo en falta,
con sus verdes y sus cuervos,
sus gaviotas en mi segunda casa,
la casa amarilla,
que como un camino de baldosas,
me sirvió cada tarde para encontrar mi hogar,
para hallar a Anita y Seamus...
Es mi Irlanda verde,
con sus virtudes y sus delitos,
con sus manchas y sus conchas en el suelo,
con sus semáforos extraños
y los pasos de cebra ausentes,
es mi Irlanda,
mi Eire,
la que echo en falta
al mirar las fotos de aquel verano
que ahora veo tan lejos.
Y es mi Irlanda,
sin ser mía,
que no me pertenece,
pues al contrario,
que mis dedos,
que mis ojos,
que mi labios,
que mis versos,
que mi alma,
que mis musas,
que mi ser
pertenecen a Irlanda
y en Irlanda se quedaron.

domingo, 28 de diciembre de 2008

EYES

Quiero unos ojos que me calmen esta angustia,
unos ojos en los que refugiar mis pesadillas
y esconder mis versos
cuando la musa arda de rabia e ira,
quiero unos ojos,
pero no simples ojos de mortal,
sino unos ojos hermosos,
de verdes, azules o grises,
quiero unos ojos de mi Irlanda bella,
en los que sentir la paz de mis musas
y la esperanza de una esmeralda en tierra,
o unos ojos de cielo y amor,
de ternura y hielo,
unos ojos de veranos en mi pueblo,
o unos ojos de melancolía eterna,
de invierno entre tus brazos,
de un Logroño imperecedero como los pinos
que recorren mi memoria.
Quiero unos ojos,
quiero los tuyos,
el problema,
como siempre,
es que aún no sé si me atrevo a quererte.

ESTA MAÑANA

No sé si es esta soledad
que me pesa en los bolsillos
o el aire frío a través de mi carcasa,
no sé si es el miedo a morirme sin un beso
el que me hace escribir estos versos.

Es la mañana
y la musa duerme acunada entre las sábanas y el alcohol,
no se lo digas,
pero sus caricias sólo curan mi insomnio
y me calman por un momento,
nadie dijo que el amor de las musas
durara para siempre,
nadie lo dijo
porque no es cierto.
Si yo soy mortal o,
al menos,
perecedero es mi cuerpo,
necesito de brazos con fecha de caducidad
que me den el calor que Ella no puede.
Puedo sonreír en un verso,
es una felicidad inusitada
que sólo los poetas conocen,
pero
como una mujer más que soy,
necesito de unos labios que me acojan
y me aparten del vicio de unos besos
que absorben mi alegría
en el mercado negro de la nostalgia.

sábado, 27 de diciembre de 2008

ESPINA


Soy la espina de una rosa.

Una

simple

espina.

Y las pobreas almas buenas

que a mí se acercan

sufren

y como la princesa

cae en el letargo

de dolor que yo les impongo.


Por eso quiero

plantarme

sola

en una montaña

donde no l l e g u e

ni la luz del sol

donde no haya sino polvo y tierra,


donde no

pueda

hacer daño,


donde

no pueda

herir,


un lugar en el que al fin me encuentre

La Muerte


y dejar este mundo

por el castigo eterno

que empiezo a pensar

que merezco.

Nunca


Aunque la Luna oscura a la que adoro
diera mil vueltas en mi universo,
e hiciera estallar el sol en mil pedazos,
ya salga de mi crisálida
o me quede aquí por siempre,
ya sea el viento suspiro o tornado,
ya sea Amor bueno o despreciable conmigo,
ya persiga Evas o Adanes,
ya cambie el tiempo o la distancia,
ya sea el mundo uno nuevo,
o se forje en aceros y nos mate a todos,
aunque el dolor de sentirme sola me ahogue,
aunque la nostalgia y la melancolía duelan tanto,
aunque la muerte no venga,
aunque me arrebaten la vida de mis brazos,
aunque me quede sin palabras que decir
o escribir,
aunque muera yo y mis versos,
sabes
que nunca podré quererte.

La poeta está malata

Cae la soledad
con su pesado telón de terciopelo
sobre mis pestañas de tierra.
Ayer agujereé mi alas
por ver si así,
con el aire al pasar a través de su acero,
podía volar mejor.
Ahora el viento silba
entre mis alas oscuras,
la niña duerme,
la musa duerme,
descansan las pesadillas,
la ternura es toda una,
y Amèlia, en su tumba,
me dice,
repite,
repite lo mismo que dijo doña Inés,
la reina muerta,
que sólo soy una niña,
que yo no tengo la culpa,
que yo no tengo la culpa,
de ser como me ha tocado vivir.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Nerea Ferrez: Bajo el influjo de Carmina.

Nerea Ferrez: Bajo el influjo de Carmina.

http://www.youtube.com/watch?v=80Bx9bBFBsA

Bajo el influjo de Carmina.

En esta noche de tormenta y cieno
en la que la madrugada de mi voz y mis pestañas
se debaten entre la armonía de estas fiestas
o el dolor más profundo,
la apatía,
la soledad,
el delirio...
Rompen las olas de las desesperación
mis mal construidas barreras
y un grito de llanto,
el inconfundible sonido de la locura
que precede a la muerte del alma
(de nuevo)
se laza entre las paredes de mi ser.
Una maldición,
como la que hace siglos lanzó
la creadora de la raza oscura
alimentadora de sus semejantes,
se escapa de mis labios.
La luna se pregunta
dónde ha quedado la niña
que un día le pidió un beso entre las piedras
del último rincón puro.

Esa niña ha muerto,
y la musa sanguinaria ha despertado de su letargo,
envuelta en pesadillas y rizos de versos,
envuelta en la aureola,
aún pende de un precario hilo
lo único que de ella queda,
pronto a romperse,
pronto a expirar
y caer por fin en lo que siempre quiso y de lo que tuvo miedo
ser
la
poeta
que
todos
aman
y
temen.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Hoy es Nochebuena, ¿y mañana?

A todos los que, como yo,
en estas fechas, les toca estudiar.

Mientras mi rúbrica
y mis palabras
se desperdigan por la mesa de mi estudio,
y mi cabeza,
repleta de términos nuevos,
trata de mantenerlos dentro,
mientras hago cuentas de cúanto tendré que estudiar hoy
para hacer más mañana
y mañana
y mañana
y mañana
y mañana
...
hasta que,
el día de mis corazones rotos,
pueda al fin recluirme en casa
y gritar.

Mientras me siento estúpida y perdida,
fuera los niños cantan,
mi familia se altera y descansa ante el televisor
y yo,
odiando estas fiestas,
queriendo ser una más
de las que sólo se preocupan
porque la comida sepa bien
y si me cabe un trozo más de turrón,
yo,
la poeta,
la oveja negra de la familia,
el experimento inconcluso de no sé qué,
suspiro y contengo las lágrimas y el grito,
me resigno ante los apuntes
y me digo
"ánimo, inténtalo
que, si lo consigues,
no importará lo que hayan pensado
sino lo que tú has logrado alcanzar".
Bajo la cabeza,
meto con mis dedos las palabars en la crisálida
y me pongo a estudiar.

domingo, 21 de diciembre de 2008

OH CAMINO

Camino de polvo y tierra,
qué eres sino sombra vana de recuerdos olvidados
sin tu caminante pisando tu estela,
dime camino de historia y leyendas,
qué pisadas, qué huellas eres
sin los que caminan por tu cuerpo
buscando historia y leyendas.
Dime camino
qué canción susurras al viento
cuando estás a solas,
cuando duerme el peregrino
y no eres ni camino
ni la sombra del santo que te dio nombre,
de qué sirven tus nubes,
tus piedras, de qué tus notas y tus versos,
de qué servirán tus poetas sin peregrino que cruce la tierra
buscando a Santiago,
buscando la sierra y la montañas,
los verdes valles y las costas a lo lejos,
buscándote a ti sin pretenderlo.
Cuídame a los caminantes,
oh camino
dijo entre la brisa un suspiro del Ebro,
que sin ellos no soy río
ni tú camino imperecedero.


Aparece en el nº 23 de la revista Caminando (página 2).

sábado, 20 de diciembre de 2008

LIBÉLULAS


¿Sueñan las libélulas
con bosques de sombras aladas
que surcan el cielo
y suspiran en la noche estrellada?
Sueñen, quizás, con almas transparentes
de verdes tranquilos y azules.
Y puede que piensen,
en lo más recóndito de su ser,
que piensan,
que sienten,
que ríen,
que tienen almas de colores infinitos
y que sueñan,
como los hombres,
con bosques de sombras aladas
que surcan el cielo,
aunque sólo sean
suspiros de sombras que aguardan
en la noche oscura.

EL LADO OSCURO DE MI SER

En el renglón más oscuro de mi oscura esxistencia,

en esa raíz amarga de desesperación oculta,

en la mancha más negra y luminosa,

en la brillantez más sicótica de mi ser,

en ese lado oscuro a veces consciente

que me hace el super-yo ocultar,

en esa zona atravesando el muro de mi propio ser

es donde me veo

clavándote cada una de las palabras,

de las lágrimas.

En esa realidad de asesina sin remordimientos

ni pecados,

en el extremo escondido de mi alma

donde soy una poeta enfermiza y macabra,

necrófila, ninfómana y loca,

allí donde he logrado salir al fin de mis crisálida

es donde extiendo mis alas negras

y saco los dientes,

donde te hago pagar cada uno de mis castigos.

Allí, soy libre y al fin vuelo,

allí tú estás muerto,

yo no tengo cadenas que me retengan

y sonrío sin que nadie se atreva a negarme la felicidad.

viernes, 19 de diciembre de 2008

APATHY?


Como un árbol viejo y abandonado,
como la soledad msima a las puertas de mis pestañas,
como el sol que se oculta cansado y herido
tras las nubes de tormenta,
como un latido postrero, ahogado en un grito último
que pende de los dedos de la Muerte,
como una angustia, un agujero profundo,
el vacío que en mi alma corroe cuanto de felicidad quedaba en ella,
como el martirio de un destino o un dios que no conozco,
como el infierno en vida
y al llagas en el cuerpo,
como la sombra de un fantasma en pena
o un rostro sin sonrisa ni labios con los que poder gritar,
como la niña que crece y no puede,
que quiere y no es,
como yo,
una poeta cuya llama de vida está expirando
y la alegría ha quedado extinta y relegada al recuerto.
Así me siento yo.

PORQUE UN LO SIENTO A VECES NO BASTA

Si en este instante muriera,
mis últimas palabras no serían sino un vano cúmulo
de sentidos sin trascendencia.

Si ahora mismo muriera
mis lágrimas,
mis palabras,
serían los únicos testigos
de mi existencia.

TRISTEZAS NOCTURNAS

Estoy harta de gritar
de dejarme la voz en el viento que nadie escucha.
Cansada de la soledad que se dispersa por mi ser
y se acumula en mis pestañas,
de ser la niña,
la segunda,
la amiga o la que traga y calla.
Harta de sentirme culpable
por pensar en mí,
de escribir versos tristes,
harta de desear el aislamiento
por evitar la burla o cargar la pulpa de mis sufrimientos
sobre los hombros de quien no lo merece(n)mos.
Harta de no saber vivir ni ser del mundo,
harta de mí y de todo,
de ser sin ser yo misma,
tan sólo una frágil crisálida en crecimiento,
un proyecto de libélula.

sábado, 13 de diciembre de 2008

EN EL COCHE ANOCHECIENDO

Era de noche.
Era de noche y nevaba
bajo un cielo
al fin
negro,
un mar de oscuridad,
calma para mis ojos tristes.
La nieve arremetía contra el parabrisas del coche,
íbamos ganando la batalla,
el bosque de pinos
a un lado
se erigía desde el abismo
y me pregunté qué sentiría
si cayera al vacío inmenso.
"Buscaría una sombra entre la luz de la noche
que me guiase al alma mía escondida".
Y llegamos de nuevo
a la ciudad violeta,
lágrimas de luces
envueltas en lluvia de invierno.
Y era de noche.
Y eso era lo único
que tenía por cierto.

FOTOGRAFÍA

http://enredadaentrelaspalabras.blogspot.com/2008/12/fotografa.html

jueves, 11 de diciembre de 2008

UNA MUERTE PEQUEÑA (poemas rescatados de mi memoria)

Una muerte pequeña.
Ojos violetas, boca de fresa.
Pestañas que llegan a las estrellas.
Nariz de cereza terrosa,
cabellos de fuego.
Una muerte pequeña.
Carita de ángel,
cuerpo de ninfa madura.
El mal en la mirada y la perdición en su boca,
dulce d efresas, pétalos de rosas y azucenas.
Una muerte pequeña.
Y, como Lorca dijo,
prado, amor, luz y arena.
Que, al fin y al cabo,
es lo que queda.
Una muerte pequeña
que vino sigilosa,
sin darme cuenta,
que no marchitó mi corazón
sino evaporar mis lágrimas y sonrisas.
Una muerte pequeña
que volvió tristes mis versos
porque sólo era eso:

una
muerte
pequeña.

ODA AL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE (poemas rescatados de mi memoria)

Abro la puerta de mi alcoba alba
y me siento en mi trono
que me aguarda con impaciencia.
Me coloco y contorsiono mi rostro.
La luz entra por la ventana.
La puerta
cerrada.
Alguien llama con unos suaves golpes.
"¡Estoy yo!"
grito un momento,
casi sin aire.
Mis ojos,
entrecerrados,
luchan por pasar mi fuerza a otros músculos.
"Venga..."
digo con esfuerzo
mientras algo comienza a asomar
y saluda al interior de mi real asiento,
mi precioso, mi amigo
con quien tanto tiempo paso.
Una oda deberían escribirte,
oh, amado trono mío.
Algo cae.
Un suave plof
y una salpicadura.
Mi cara, relajada,
dibuja una sonrisa.
Querido trono
donde expulso algunas desdichas...
Me levanto
y limpio lo que pueda estar sucio en mi cuerpo.
Miro con una sonrisa
a mi preciado trono.
Tiro de la cadena
y el agua se lleva aquello
que hace poco yo tenía dentro.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Caracol de otoño (a título provisional) III


III
Antes de comprar los billetes en la estación, antes de buscar a la vecina para que cuidara a Nah durante su ausencia, antes de cualquier pensamiento vio aquel cartel.

"Coloquio sobre el comercio justo: tradición y modernidad en la cultura indígena".

Decidió acudir como un paso previo a su viaje. Pero, como si tuviera una premonición de algo que no sabía siquiera si iba a suceder, decidió hacer la maleta y tenerlo todo preparado tiempo antes de su partida.

La vida que dejaba atrás poco importaba, había acabado la misma carrera que en su día hicieron sus padres y se ocupaba de su mismo trabajo, no sabía si por hacer perdurar la memoria de los ausentes, o por vocación propia.

Lo había unido con clases de arte, música, escritura, idiomas...

Cuando era niña se veía como la Liberadora de su Pueblo pero ahora pensaba, ¿cuál era su Pueblo? ¿Cuál era su tierra? No podía dar respuesta a aquellas preguntas, aún no, y quizás no las supiera nunca, pero iba a dar el primer paso de su viaje.


Cogió a Nah y, tras ponerse una liviana chaqueta sobre el blanco vestido, que resaltaba su tez oscura y su pelo negro, salió a la calle con tiempo sifuciente para llegar al coloquio antes de la hora.


Cuando llegó al salón de actos de la Casa de la Cultura tan sólo dos hombres se encontraban allí, ultimando los detalles diez minutos antes de que diera comienzo el acto.

Decidió pasearse observando las fotos colgadas de las paredes tan blancas como su vestido. Eran hombres y mujeres de rasgos similares a los suyos, en esas fotografías recordó algunos de los paisajes que su madre pintó en su memoria.

Hacía calor, Nah estaba tranquila atada a la correa roja. Se quitó la chaqueta despacio, sintió una mirada en su espalda al descubierto y se giró justo a tiempo para ver unos ojos negros fijos en su cabello.

I WISH TO GROW UP


Me he quedado siendo niña
y no consigo crecer,
mis pasos son apresurados y breves,
mi ritmo advenedizo,
las palabras se atragantan
en mi garganta de niño.
Y quiero crecer y no puedo,
dejar de ser semilla del aire,
formarme viento, ola, fuego, árbol,
musa.
Necesito algo,
quizás lluvia,
que me crezca y me haga fuerte,
que cure mis heridas,
un latido más en el corazón desgastado,
corresponder mi apariencia a mi alma,
pero aún no he encontrado aquello
que hará avanzar mi estado en la vida.

domingo, 7 de diciembre de 2008

MUÑECA ROTA


Quisiera ser

sin temer una lágrima futura,

huidiza gota de pánico y agonía concentrada,

y extender mis alas rotas,

romper las cuerdas de títere,

desnudar mi boca de prejuicios

y liberar mis pecados.


Quisiera no ser

más una muñeca rota,

ajada del tiempo y de la vida,

trapo viejo y solitario

que en un rincón oscuro de tu memoria

se oculta de la luz y las sombras

por el miedo a existir o desvanecerse.


Quiero y no puedo,

que soy una niña rota,

que soy un suspiro del viento,

no más que un grano de arena

en la playa de la Historia.

YEHA-NOHA

El alma me vuela libre
sin que yo pueda detenerla,
y, a pesar de la angustia,
me siento liviana,
ya no me pesan las cadenas de la vida,
que he cortado todo dolor
y he decidido ser feliz
aunque me cueste la muerte,
sin besos, herida y sola,
dejada en un segundo plano de una existencia que nunca fue mía,
en un hogar al que no pertenezco,
lejos del que posee mi ser,
con la esencia marchita y rota,
congelada en un fuego de hielo,
he decidido romper las reglas,
ser la musa y el poeta,
morirme sin ser cadáver
y no crecer nunca
aunque mi vida se extinga
porque yo soy yo,
y eso no me lo puede arrebatar nadie.

LEAVE IT ALL


Deja tus sueños en la puerta,

que allá donde partes no te servirán de nada,

y deja tus temores

que tu pulso agradecerá tan hondas acricias,

y deja tus besos y tu memoria

donde no las puedas recoger nunca,

deja el alma y rompe sus cadenas

que ya no te pertenece,

deja tus dedos y tus entrañas,

deja la sangre que fluye en tu cuerpo,

deja la vida y deja la muerte,

da lo mejor que tuviste en la vida,

nunca te perteneció,

y deja a la Tierra, mi madre, la tuya,

dormir en sosiego,

déjalo todo, que no lo necesitas,

acabarás dándote cuenta

de que ni el suspiro de tus labios

es tuyo ni eterno.

viernes, 5 de diciembre de 2008

COMPTINE D'UNE AUTRE ÉTÉ

Cierro los ojos
y me imagino
un río.
Fluyendo.

Y cierro los ojos.

Dejo vagr mis dedos errantes
por el teclado
que ya no son teclas,
sino las cuerdas de mi guitarra
al ritmo de Amelie.
El río,
bajo ese sonido trágico y calmado,
el sosiego en espera,
fluir de conciencia sobre hojas de otoño.
Hoy es invierno
pero en mi sueño el verano acaba de finalizar.
Y respiro.

Y cierro los ojos.

Las teclas del piano resuenan cálidas,
gris en mi memoria.

Y cierro los ojos.

Fluir fluir fluir fluir
rápido lento
que avanza
vuelven mis recuerdos
de aquellas clases de música-
ahora soy autodidacta-
piano piano
allegro
piano
piano
p i a n o
p i a n o

Y cierro los ojos

y en mi sueño duermo.

HERIDAS


Me dejasteis más heridas

que todos mis tropiezos,

me provocasteis las únicas marcas

que aún me perduran

y todavía,

aunque ya hace tiempo perdoné vuestras palabras,


no puedo evitar sentirme dolida

al oír una carcajada a mi espalda,


no puedo evitar volver al pasado feroz,


no puedo evitar ,


no puedo evitar verme encogida, oscura y perdida

en una luz que

con su risa

me q u i e b r a .


Hicisteis de mi una tristeza.

martes, 2 de diciembre de 2008

DECEMBER HAS COME AGAIN


Cae diciembre
y la luz de la mañana comienza
a inundar las calles con un goteo continuo,
al llegar a la mitad de portales
se apagan las luces
que penden de las farolas.
El frío se adentra en los huesos
separando cada una de mis vértebras
y llenándolas de hiel(o),
la gargánta enmudece en un sordo murmullo,
el oído (cansado de dos décadas de luchas)
se rinde ante la enfermedad,
me pesan los brazos,
noto, siento, escucho cómo se rompen mis venas
y como la sangre se esparce
entre los huecos que hay de mi piel al hielo.
Cae diciembre,
nadie pudo remediarlo,
sin sentido cuelgan adornos lejanos,
los trabajadores observan,
los niños al cole,
madres furiosas,
alumnos de instituto esperando el autobús,
y tres como yo caminando por la calle,
dejando su inexperta impronta
en las aceras vacías,
los barrenderos se ocuparon de hacer su trabajo
y limpiar las calles de sueños nocturnos,
se hace el día,
se ocultan mis sombras,
la musa se acuna en sus labios de rosas,
hibernan mis musas,
la crisis comienza,
escribo estos versos,
vacías mis cuencas de ojos de plástico
que aquejan el sueño.
Y cae diciembre, quisiera unos brazos
en los que calentarme el cuerpo,
y cae diciembre
y nadie puede detenerlo.