jueves, 6 de diciembre de 2018

Regresar a Madrid
sería el hermoso sueño
donde pudiérais reconocer las palabras
que vuestros oídos no han atesorado,
y recorrer las calles
que pies más insignes pisaron
hace más tiempo del que habéis vivido.

Regresar a Madrid,
con sus calles templadas,
sus sótanos abigarrados y tristes,
su ritmo ajetreado y el amarillo en los rostros,
el naranja, el gris, el azul...

Regresar a Madrid
para que sintáis las aceras
y la lírica sobre el frío cemento,
para que viváis la voz
de aquellos que hicieron de ella el sustento.

Regresar a Madrid
para que comprobéis que en mí,
en vosotros
existe el mismo alma
aunque fragmentado y devorado por el tiempo,
para que los días sean más sencillos
y los sonidos más dulces.

martes, 4 de diciembre de 2018

Invierno 2018

Aún no has llegado
y aquí está el azul y el gris
acometiendo con todo su desdén,
agolpando su nada en mi universo de estrellas rotas.
Sé que pronto vendrá el llanto,
el profundo
que deja cicatrices
y sedimenta en cristales.
Nunca estoy lista para esta soledad
aunque convivamos desde que la luz se agolpó en mi razón.

Es más difícil.
Es más duro.
Es más, es más, es más...
y va a más,
más, más, más...
Y yo soy menos
fuerte
Y yo soy menos
firme
Y yo soy menos
porque menos es lo sencillo,
dejarse llevar por la corriente de este monstruo
que me arrastra.
No tiene nombre
porque nombrar al monstruo le da poder sobre mía,
le da fuerza,
porque tal vez el monstruo no exista,
porque todo mi ser sea una frágil ilusión
y es más fácil
el dolor por sostenerse
que dejarse volar.

Aún no ha llegado el invierno
y ya el gris y el azul
han llamado a mi puerta,
han pasado sin llamar.