sábado, 18 de enero de 2020

Ciclos

Nací
y necesité del sol.
Esos rayos fueron vitales
para completar mi existencia
(tal vez, ya desde entonces,
la vida me advertía futuras penas).

Pasó el tiempo.
Crecí,
a fuerza de dicha y abuela,
pero fueron también los golpes
los que forjaron mi carácter
(tímido, sensible, llagado
como los afluentes de un río
que horadaron hasta las raíces).

Fueron varias las luces
que me impulsaron hacia adelante,
pero siempre bajo una magna sombra
donde el sentir se basaba en lo pequeño.

Así llegamos a hoy.
Una palabra ha bastado para alzarme,
para iluminar todo mi vacío ser de luz.
No olvidemos, no obstante,
que también será una palabra
la que, siendo frágil astilla temerosa,
pueda quebrarme.

jueves, 9 de enero de 2020

Futuribles

Quiero pensar en la bombilla incandescente,
en el posible mañana que añoremos juntos,
quiero pensar que hay un siempre entre los dedos,
que pondré tu nombre a muchos días, a los hilos
que recorrerán las piedras que pisaste.
Quiero pensar que te veré en otros ojos
como yo a veces veo en los míos a parte de mi madre,
que no serán enojos los que te persigan,
que habrá en tus playas hendiduras
en las que no calará el odio.
Quiero pensar, con esa luz que amarga mis tristezas,
que hay un posible en el futuro
hermoso como el gris de esas olas
que me empujan desde ese lugar recóndito
donde te fuiste.

Días trises

Siempre
me consideré esperanza
a pesar de los quiebros
de los dolores
de los pesos las llagas las piedras
A pesar del tiempo
y del desaliento
y de la sombra que acarició
nuestro nombre
Hay algo en mí
irreverente
tal vez poeta
que se me agolpa en las entrañas
hay un instante de luz
que no se extingue
aunque yo misma eché sobre él
arenas y aguas