jueves, 8 de enero de 2009

DÉJAME

Déjame sola
y que cure mis heridas con alcohol,
que la soledad y el tiempo
me harán más fuerte,
que el no tenerte será el preludio
de lo que luego suceda.

Déjame sola
que no quiero remilgos ni lágrimas
ni poner escarcha en mis pestañas
ni luz a mis baldosas
que deslumbre la oscuridad de mis cuencas.

Déjame sola
que sola no sufro
sino por mi propia pena
y ya con mis océnaos de Nereidas escondidas
o extintas tengo bastante.

Déjame sola
te ruego, no me hagas caricias
ni me comprendas
que no te quiero,
que no te quiero,
ni a ti ni a nadie,
que soy una ninfa de esas que pinta la historia,
de esas serpientes viles que te absorben el alma,
que soy mala y no lo entiendes,
ponte un tapón en los oídos y regresa a tu Ítaca,
Ulises,
vuelve con tu Penélope y déjame sola
que yo sólo puedo matarte
y comienza a escasear el suelo en mi cementerio.

1 comentario:

Durgrim dijo...

Mola, ¿y éste Ulises que ronda a las sirenas?