lunes, 3 de noviembre de 2008

UN VEINTITRÉS CUALQUIERA

Me siento polvo pero no tierra,
suspiro que no viento,
gota que no lluvia,
grano que no arena.
Me siento perdida sin ser la única,
me siento erso sin ser poema,
una triste poeta más sin musa,
el llanto en una playa desierta.
Harta del mundo y la vida,
de la muerte y sus piruetas,
de estar sola
y no querer compartir mi propia tristeza.
Harta de cavernas oscuras,
de nudos,
vacías almas,
raíces huecas,
corazones sin latido,
manos muertas.
Harta de ti,
de mí,
de todos,
del nosotros que no pudo ser
en los mil tú,
harta
de no ser más
que la estela olvidada
de
una
remota
estrella.

1 comentario:

E.A.V. dijo...

Supongo que me siento indentificada hasta cierto punto al ser un 23 cualquiera... Espero que pronto tenga ganas de salir a jugar de nuevo, mi niña grande, mi muñequita de trapo.