Quisiera ser
aquella que montase en un arco iris
sin complejos
ni pecados,
quisiera ser aquella sin dios ni infiernos,
quisiera ser
aquella que ama sin prejuicios,
la adúltera del cuento,
quisiera ser la puta,
un agujero negro en el mundo
y abandonar esta pureza,
de espíritu y cuerpo,
quisiera volver a amar,
pero aquí se divide mi razón
pues la memoria me dice
que quiera sin apegarme,
con los pies en el suelo
y la vista en el presente;
mi inconsciente falla
que me dirija por la senda de la idealización,
la inocencia con que un día amé
y que vuele observando el futuro.
Y ahora me pregunto,
de qué me sirven estos versos
si aún sigo sin amar,
sin amor
y sin tener ni ser amante,
y así, sin hacerle caso a nadie,
olvido al memoria,
evito a la inconsciencia
y temo a la puta que todos llevamos dentro
para seguir los pasos de mi alma pura
que de tan blanca, tan luminosa
me hiere con su dulzura
y me hunde en el dolor más divino.
aquella que montase en un arco iris
sin complejos
ni pecados,
quisiera ser aquella sin dios ni infiernos,
quisiera ser
aquella que ama sin prejuicios,
la adúltera del cuento,
quisiera ser la puta,
un agujero negro en el mundo
y abandonar esta pureza,
de espíritu y cuerpo,
quisiera volver a amar,
pero aquí se divide mi razón
pues la memoria me dice
que quiera sin apegarme,
con los pies en el suelo
y la vista en el presente;
mi inconsciente falla
que me dirija por la senda de la idealización,
la inocencia con que un día amé
y que vuele observando el futuro.
Y ahora me pregunto,
de qué me sirven estos versos
si aún sigo sin amar,
sin amor
y sin tener ni ser amante,
y así, sin hacerle caso a nadie,
olvido al memoria,
evito a la inconsciencia
y temo a la puta que todos llevamos dentro
para seguir los pasos de mi alma pura
que de tan blanca, tan luminosa
me hiere con su dulzura
y me hunde en el dolor más divino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario