Abro la puerta de mi alcoba alba
y me siento en mi trono
que me aguarda con impaciencia.
Me coloco y contorsiono mi rostro.
La luz entra por la ventana.
La puerta
cerrada.
Alguien llama con unos suaves golpes.
"¡Estoy yo!"
grito un momento,
casi sin aire.
Mis ojos,
entrecerrados,
luchan por pasar mi fuerza a otros músculos.
"Venga..."
digo con esfuerzo
mientras algo comienza a asomar
y saluda al interior de mi real asiento,
mi precioso, mi amigo
con quien tanto tiempo paso.
Una oda deberían escribirte,
oh, amado trono mío.
Algo cae.
Un suave plof
y una salpicadura.
Mi cara, relajada,
dibuja una sonrisa.
Querido trono
donde expulso algunas desdichas...
Me levanto
y limpio lo que pueda estar sucio en mi cuerpo.
Miro con una sonrisa
a mi preciado trono.
Tiro de la cadena
y el agua se lleva aquello
que hace poco yo tenía dentro.
1 comentario:
Me encanta y lo sabes xDD
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