unos ojos en los que refugiar mis pesadillas
y esconder mis versos
cuando la musa arda de rabia e ira,
quiero unos ojos,
pero no simples ojos de mortal,
sino unos ojos hermosos,
pero no simples ojos de mortal,
sino unos ojos hermosos,
de verdes, azules o grises,
en los que sentir la paz de mis musas
y la esperanza de una esmeralda en tierra,
o unos ojos de cielo y amor,
de ternura y hielo,
unos ojos de veranos en mi pueblo,
o unos ojos de melancolía eterna,
de invierno entre tus brazos,
de un Logroño imperecedero como los pinos
Quiero unos ojos,
quiero los tuyos,
el problema,
como siempre,
es que aún no sé si me atrevo a quererte.
1 comentario:
Pero puestos a pedir, no pidas sólo unos ojos, pide que vaya pegado a algo, que si no...
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