lunes, 13 de octubre de 2008

QUÉ FÁCIL PARECE OLVIDARME

Ahora que todos
rehacen su vida
y nadie se acuerda que,
tan sólo un tiempo atrás,
estuve ahí,
ahora que me siento
como una moneda al aire,
que ni pesa ni cambia
el curso del destino,
ahora me doy cuenta
-o eso pienso-
de lo fácil que es olvidarme.

Tantas palabras,
tantos halagos
sobre la belleza de mi sonrisa,
la particularidad de mis versos,
la fuerza de mi espíritu
o mi despistado ingenio
no son ya sino hojas secas
en el viento.

Si tan sencillo
es borrar mi memoria,
¿sucederá lo mismo
con mis versos?

3 comentarios:

Durgrim dijo...

Las personas nunca olvidan los buenos momentos ;)

Clara dijo...

Hola pequeña,
antes del jueves te digo algo segurísimo, vale?

un besazo

E.A.V. dijo...

La vida es pasar, pasar haciendo caminos... Nosotros somos polvo y en polvo nos convertimos, nuestras presencias se diluyen en el aire como lo hace el incienso. Sólo queda el consuelo de que nuestros versos seguirán viviendo tras nuestra muerte, y con ellos, nuestras almas de poeta.

No es tan fácil olvidar a alguien como parece a priori, siempre queda una fracción de las personas retenidas en nuestra mente.