Es en estas horas desveladas
del sueño arrancadas y divididas,
en la espera entre la cama y la vigilia,
cuando,
estando el cascabel acallado
por un vulgar pedazo de tela naranja,
mis ojos caen de sus fundas de plástico
y los insectos que se esconden
en mi dormitorio
sobrevuelan la luz artificial
de un beso.
Es en estas horas desveladas,
dormida en una nube de opio reseco,
cuando trato de caminar,
como si fueran una senda,
sobre mis versos,
directa a probar mis alas
y dormir,
al fin,
en la calma de mis sábanas y mis tinteros.
1 comentario:
Buenisimo, enhorabuena. por cierto soy uno de los que os envió alguna cosa al fanzine y me tienes agregado al tuenti, un saludo y sigue escribiendo así de bien.
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