Tarde de sueño
en mis párpados de cera,
el sabor de la última noche
aún pende en mi garganta
y los pasos se sienten
en mis labios de fresas.
Mis manos,
de mármol,
luchan por no romperse
como el cristal de la noche,
y mi mente quiere fundir la realidad
con el velo de la fantasía.
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