domingo, 13 de julio de 2008

Poesía bajo la lámpara de mesa

Siento el alma dividida
entre la espera y el desaliento
y, sentada ante mi ordenador
(que me desespera
y me hace perder la poca paciencia que poseo),
escribo la historia de las personas que pueblan mi mente.
Y pienso que mis amistades
son en su mayor parte mujeres
y mis modelos
hombres.
Hombres cuya vida tortuosa poblada de decepciones,
drogas, alcohol, depresiones...
y genio
me superan.
Y sentada,
escribiendo en el ordenador
(maldita tecnología)
pienso,
pienso que quizás sea tan extraña
que no me comprendo ni yo misma.

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