A Valle. Gracias por la frase.
Parece que hoy
la lluvia también baila descalza,
gris y pálida como el filo de una navaja,
azul como el hielo en los cristales
o como el que se derrite en los polos
igual que yo quisiera verte derretido a mi lado.
Hoy, entre los charcos,
he visto el reflejo de alguien que no era yo,
y no sé si me ha sonreído o me ha burlado.
Al poco, ha cruzado una nube y ha desaparecido
dejándome sola viendo el agua encharcada
entre los baldosines de mi nuevo barrio.
He vuelto a casa,
pensando en tristezas,
en alegrías que ahora son tristes,
en llantos que ya no lloro,
en sonrisas que vienen como las olas
y he pensado
que como la lluvia
debo conformarme a bailar descalzas a ratos,
apreciando los instantes de felicidad que no me roba la vida,
guardándolos en una caja,
para que no se desgasten,
para que no vuelen con sus alas de mariposa y sean libres,
para capturarlos entre mis pupilas,
agotar su estancia,
aunque eso suponga su muerte.
Parece que la lluvia también baila descalza...
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