y tan silenciosa como siempre
ha subido un ángel al cielo
dejándonos desdichados aquí abajo.
Esta madrugada,
mientras todos dormíamos,
ella se ha ido sin que nadie lo notara
y no volveremos a ver su rostro nunca.
Esta madrugada,
la muerte nos ha arrancado
un pedazo enorme de alma.
Tan sólo espero,
que aunque no leas esto,
aunque ya nunca leas, oigas, sientas nada,
allá donde estés,
porque siempre estarás en alguna parte
sepas que te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario