lunes, 27 de enero de 2014

Muertos de fruta madura

No habéis cambiado nada.
Ahí seguís,
en los mismos grupos que dejamos en la adolescencia
-porque adolece-,
con las mismas ideas y pretensiones,
el mismo comportamiento de creer que vuestro culo olía a rosas.

Y ahora os veo,
más viejos, más calvos, ajados, gordos...
-no es que yo no haya envejecido
pero me veo todos los días observándome optimista desde el otro lado del espejo-
y un único pensamiento me recorre:
yo
que con menos tiempo
y dinero
y aires
y dinero
he viajado por fuera y por dentro de mí misma
hasta saberme cambiada cómo, cuándo, dónde y por qué,
yo
la rarita,
la del mote,
yo he crecido
y vosotros habéis muerto intentando ser mayores antes de tiempo.

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