lunes, 2 de marzo de 2009

Un noviembre cualquiera

No me mires con esos ojos de musa nueva
y me pidas que te ame,
no despiertes a la niña que duerme
o tendré que llamar a la Luna
para que atraviese tu cuello con sus manos de marfil.

No me ruegues,
no me llores,
ni supliques que te recuerde,
que la niña que te quiso duerme
y olvida tu recuerdo en su sueño.
Déjala que descanse
y que cuando despierte
tú no seas sino una palabra más
tatuada en su pecho.

1 comentario:

Luismi dijo...

qué bonicoooo :)