viernes, 27 de marzo de 2009

SAVED

A salvo bajo la lluvia
de tus rayos mi tormenta,
sueños vahídos en sombras azules
de infancias perfumadas
en un hogar que quemó la memoria.
A salvo en mis pestañas oscuras musas
de tintas y lágrimas
que descargan ilusiones en mis pupilas,
a salvo, Musa,
a salvo, Hermanas,
de que alguien quiera abrir las puertas
que conducen a mi alma
y descubra al mundo la niña negra y maldita
que arranca los cabellos de sus muñecas
y desgarra su alma en jirones
sobre el papel
por el placer de sentirse viva.
A salvo bajo el mundo
de reconocerme como Ninfa,
a salvo de la obligación de rescatar marineros,
a salvo de ser la buena,
de ser la mala,
a salvo de mí misma.

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