domingo, 15 de noviembre de 2020

Porque no estás

 Porque no estás

tal vez la pena no sea tan grande

ni el abismo tan hiriente

como para quebrar en llanto a toda una estirpe,

pero te veo en el reflejo de sus ojos

y miro a otro lado

por si el espejo me devuelve la mirada

y descubres

-con horror-

que te fuiste a tiempo para no ver los errores.

No estás y me acompañas en cada paso,

te recuerdo en cada instante

pero te expulso del pensamiento

si las nubes amenazan tormenta

porque, después de tanto tiempo,

aún temo que estalles en mil pedazos

y el cielo caiga sobre nosotros.

viernes, 28 de agosto de 2020

Camino del héroe

 Sumida, envuelta por el cieno,

por las cien oscuridades

en torno al pecho.

"Es preferible dejarse hundir

y luego escalar, ponerse en lo peor,

que ser golpeada por la vida

y caer, caer, caer sin remedio",

siempre me digo.


Pero a veces el corazón grita.

Demasiado paso.

Resopla y algo me quiebra

la garganta.


Dejar que el monstruo te devore

para resurgir de sus entrañas

es una agotadora constante.

Espero aquí,

no obstante, con los pies encharcados,

al palpitar que me muestre de nuevo la escala.

martes, 12 de mayo de 2020

Un puño en el pecho

Un puño en el pecho.
Presión en ese punto
que arrebata la lágrima,
un mundo sobre las espaldas.
Demasiadas piedras en la garganta,

Un puño en el pecho.
Latido reducido a silencio,
tratando de zafarse.
Falta de aire.

Un puño en el pecho.
Alas rotas
y ganas de lanzarse a volar.
Campanas en las sienes,
susurros que espantan.

Un puño en el pecho.
Tanto espacio
para tan poco aliento.

viernes, 20 de marzo de 2020

“Mañana, y mañana, y mañana se arrastra con paso mezquino día tras día hasta la sílaba final del tiempo escrito, y la luz de todo nuestro ayer guió a los bobos hacia el polvo de la muerte. ¡Apágate, apágate breve llama! La vida es una sombra que camina, un pobre actor que en escena se arrebata y contonea y nunca más se le oye. Es un cuento que cuenta un idiota, lleno de ruido y de furia, que no significa nada.”

William Shakespeare, Macbeth

Mañana.
Mañana y mañana y mañana.
El mañana es una quimera
que nunca llega y nos engaña.
El mañana, sombra que se escapa,
arena, sal, aire, viento, amor...
Mañana es paso siguiente
sin saber si el paso nos lleva
al abismo,
sin conocer lo que vendrá,
el mañana es hoy una rueda
que gira y gira y nos atrapa
hasta que el cuerpo diga
basta.
Oigo
-anoche volvía a escucharlo-
ese tintineo de algo roto,
es un golpeteo constante,
como una piedrecilla en el zapato.

A veces dejo de oírlo
-tal vez se quede atascado
en algún recodo fragmentado-
pero siempre vuelve.

Estas noches cercenadas
no tengo tiempo para su canto
pero, a veces, me dice que cada día que vivo
es un poco menos que he muerto.

sábado, 18 de enero de 2020

Ciclos

Nací
y necesité del sol.
Esos rayos fueron vitales
para completar mi existencia
(tal vez, ya desde entonces,
la vida me advertía futuras penas).

Pasó el tiempo.
Crecí,
a fuerza de dicha y abuela,
pero fueron también los golpes
los que forjaron mi carácter
(tímido, sensible, llagado
como los afluentes de un río
que horadaron hasta las raíces).

Fueron varias las luces
que me impulsaron hacia adelante,
pero siempre bajo una magna sombra
donde el sentir se basaba en lo pequeño.

Así llegamos a hoy.
Una palabra ha bastado para alzarme,
para iluminar todo mi vacío ser de luz.
No olvidemos, no obstante,
que también será una palabra
la que, siendo frágil astilla temerosa,
pueda quebrarme.

jueves, 9 de enero de 2020

Futuribles

Quiero pensar en la bombilla incandescente,
en el posible mañana que añoremos juntos,
quiero pensar que hay un siempre entre los dedos,
que pondré tu nombre a muchos días, a los hilos
que recorrerán las piedras que pisaste.
Quiero pensar que te veré en otros ojos
como yo a veces veo en los míos a parte de mi madre,
que no serán enojos los que te persigan,
que habrá en tus playas hendiduras
en las que no calará el odio.
Quiero pensar, con esa luz que amarga mis tristezas,
que hay un posible en el futuro
hermoso como el gris de esas olas
que me empujan desde ese lugar recóndito
donde te fuiste.

Días trises

Siempre
me consideré esperanza
a pesar de los quiebros
de los dolores
de los pesos las llagas las piedras
A pesar del tiempo
y del desaliento
y de la sombra que acarició
nuestro nombre
Hay algo en mí
irreverente
tal vez poeta
que se me agolpa en las entrañas
hay un instante de luz
que no se extingue
aunque yo misma eché sobre él
arenas y aguas