De la segunda parte del poemario: "La tristeza es la región donde anida el verso"
I.
Embarqué el cuerpo
a pesar de que el alma me pedía descanso;
me alejé tanto
que la antigua lejanía multiplicó la nueva.
Supuse que el llanto
arengaría a la fuerza necesaria para el olvido,
pero este corazón rebelde
no desiste al desencanto,
al temor,
al vértigo de extender los brazos
y sólo encontrar aire.
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