IF AM I A STRANGER

"En estos días de lluvia en los que la soledad, la nostalgia y la melancolía se me derriten serenas entre los párpados y no me calan en los huesos sino en caricias, me gusta pasear solitarioa por las calles que conozco de mi ciudad sincera tildada de un gris que me calma los malos sueños..."

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ENTONCES SOÑARÉ CONTIGO

Hoy que el insomnio me ha podido
y las hojas secas cubren mis párpados de miel
no puedo impedirme estos versos
que se me resbalan del alma.

Cada vez que el cielo que me cubre,
que me ampara poderoso
me cierre las puertas.

Entonces soñaré contigo.

Cuando el tiempo me pese en los ojos
y tenga la espalda cansada de heridas,
y el camino pedregoso me hiera los latidos.

Entonces soñaré contigo.

Y en cada minuto que no estés a mi lado,
aunque te vayas o yo me haya ido,
sabré que tengo tu mano sosteniendo la mía
por si el vacío me espanta
y el abismo me engulle.
Y no tendré miedo,
olvidaré las penas,
desterraré los llantos y la nostalgia,
y cada instante que llamen a mi puerta
disfrazadas de buenos propósitos,
cerraré los ojos
y
entonces soñaré contigo.

QUELQU'UN M'A DIT

Arrastrando cada una
de las cadencias de una canción,
sí, una chanson française
que me envuelve,
alguien me ha dicho,
alguien me ha dicho
que no te vas,

y yo les creo

y no les creo

y alguien me ha dicho
que nada ha cambiado,
pero grito entre las sombras
que me acarician los pliegues de la carne
que no es verdad
que no lo es
que no
que ahora estoy sobre las nubes
entre doradas playas de arena verde
y mares de gris nostalgia,
mar de plata y luna,
y eres tú quien me acaricia los pliegues del alma.

Nadie me había dicho
que era posible soñar con los ojos abiertos.

DOLEO

Se me ha quedado la tristeza
atasca en la garganta,
con este llanto que no aflora
y se pierde en mis dedos,
que se hunde en lo más profundo de mis entrañas
y conforma la hiel y el cieno
que me pudre otra vez.

Ha regresado el frío invierno,
la mirada perdida y borrosa
por el llanto ausente,
el latido vacío
y las lágrimas inquietas que duelen
y matan.

Ha vuelto el poeta,
los tristes versos de quebranto,
las madrugadas llenas de incierta nostalgia...

¿dónde quedan tus pupilas,
mis palmas abiertas,
las sonrisas sinceras,
las palabras amigas,
la paz en el alma?

Se quedaron en el ayer
cuando comenzó este día.
¿Se irán mañana cuando el sol despunte
tras la ciudad que despierta
o desharán las maletas
cuando el sol no se alce?

THE WAVES

Dejaos amanecer entre las olas
de un verdirrojo fulurante de oscuridad plena,
dejaos dormir entre las temerosas cadencias
de una melodía en las pupilas de la prehistoria del hombre,
soltad las cadenas que se atan al origen del ser
y olvidad reglas escritas con tintas de viento y sol
que la sutil profundidad de la caverna os aguarda
escondida entre las ambrosías de un primer dolor
que se torna rostro de dioses en las manos.
Dejad vuestra barca de arena
a la deriva del vaivén entre unas olas de cobre y oro deslucido.
Dejad que el latido más primario
que se espanta en cada milímetro de vuestra playa
alce la voz y lance el grito,
ese aullido que hace del dos
uno.

SOMETIMES

Hay veces
que una tristeza profunda
se te inserta en las entrañas
sin saber por qué
y una cuchilla de aire
te corta el alma
sin que puedas detener su filo invisible.

Hay veces que la sonrisa
se la lleva el viento
y se pierde entre las ramas de algún ciprés
y te abandonas en ese lugar incierto
que es la melancolía
y no hay nada que pueda sacarte del fondo del mar gris.

Hay veces que se te mueren los latidos,
había veces que se me caían los besos.
Ahora, cada vez que el frio me aprisiona los dedos
y mis versos se tildan de notas oscuras,
cierro los ojos y recuerdo tus verdes,
tu sonrisa sincera mirándome al despertar
y no hay melancolía que pueda rendirme.

PIEL CONTRA PIEL

No podrán los poetas
cantar mi sentir entre tus labios
ni el escalofrío de mi cuerpo
al hundirme en tus ojos.

No podrán los poetas
ni los hombres de ciencia o saber
llegar a comprender nunca
la paz que en el alma me estallan tus besos
ni el ritmo que se acopla al latir
de tu pecho en mi pecho.
No podrán los poetas
ni los hombres de saber o ciencia
ni yo misma siquiera
entender jamás
ese abismo que crepita entre mis brazos
y que con un beso se desvanece en el aire.

No podrán
nunca
jamás
definir la raíz de un te quiero
en los labios.