Estoy cansada de llegar a casa
derramada en llanto,
pisando sueños con mis botas de barro
y pensar que un día
(creyendo en lo eterno)
alguien vendrá a rescatarme
de mis océanos.
Estoy rota y muerta en lágrimas,
diluida en sal y agua
de tristezas
y lo peor es qu aún,
estúpida,
creo en el mundo y en la vida de un beso.
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