miércoles, 12 de octubre de 2016

Soñé estos versos hace más de un mes,
cuando tu labios habrían apagado las velas
si no te hubiese llevado el aire frío de enero.
Me acordé de ti
y pensé que el tiempo nunca me fue duro
pues veía en tus manos y en tus ojos
que la vida daba descanso a los buenos,
a los justos.
Me dijeron que hubieses cumplido más de setenta
y sólo puedo imaginarte con la belleza
del que se refleja en ojos amados,
tus manchas solares, tus grietas,
tus temblores o algunas manías curiosas
no eran para mí sino el conjunto de una obra hermosa
y a veces me observo las manos
por si en ellas veo tu desierto
y me busco las pecas que nunca heredé
y a veces veo que la tierra en mi mirada
se va convirtiendo en pasto
y pienso en ti
y en tus ojos grises
y en todo el tiempo que te quise
y quizás no lo sabías.

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