Déjate aquí las alas, las palmas y los barrotes,
no guardes las raíces secas que cuelgan
de tus pies oscuros,
abandona cada día,
cada beso,
cada paso
y cada recuerdo
que ésta es tu nueva senda
y ya se ocuparán los que aún se arrastran por el viejo camino
de conservar tu estela
entre pupilas y sueños.
Ahora
ya
eres
libre.
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