jueves, 13 de febrero de 2014

Miguel Hernández

A las aladas almas de las rosas de nata del almendro te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

Ante estos versos
que tanto me recuerdan otros tiempos,
no sé si más tristes pero más lejanos,
no sé si más grises pero más calmados,
pienso que no hace frío mas me siento helada,
he dormido pero el sueño se ha apostado ante mi puerta,
te quiero, te tengo, pero te echo en falta.
Hoy que estamos ante la entrada a un nuevo año juntos,
ante la llegada de más de un año compartiendo almohada,
hoy siento que te necesito más que nunca
y me pregunto sin saber la respuesta o sin buscarla,
¿cómo has logrado colarte como agua entre mis pensamientos,
e inundarme pero no dolerme nada?
Ante estos versos
te invoco como hizo el poeta,
esperando que a mis palabras
acudas.

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