jueves, 27 de febrero de 2014

A veces

A veces...

    te quiero tanto que pienso que no te merezco

    te quiero tanto que me duele

    te quiero tanto, tanto, tanto, pero tanto

    que el quererte de ayer es un grano de arena en la playa del mañana.

lunes, 24 de febrero de 2014

Demasiado aire

Aire,
es lo que me sobra
entre los brazos
entre los labios
ante los ojos
bajo las manos
entre las piernas
sobre los dedos
entrelazados.
Aire me sobra
y cada día se me hace más anhelante
el día que al rey de los dioses antiguos se erige
esperando
que tantos brazos, labios, ojos, manos, piernas, dedos
se entrelacen piel con piel,
buscando tan sólo el tacto caliente.
Aire
aire me sobra
aire
y me faltas
y estas sábanas cada día están más frías
me ahogan en su abrazo gélido
en su ósculo de hielo
en mi yo sin ti
en mi tú sin mi
en un nosotros que lo siento
como si formara parte
de mi epidermis desde que alguien nos pensó
y de pronto
fuimos


Ahora
somos
uno.

jueves, 13 de febrero de 2014

Miguel Hernández

A las aladas almas de las rosas de nata del almendro te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

Ante estos versos
que tanto me recuerdan otros tiempos,
no sé si más tristes pero más lejanos,
no sé si más grises pero más calmados,
pienso que no hace frío mas me siento helada,
he dormido pero el sueño se ha apostado ante mi puerta,
te quiero, te tengo, pero te echo en falta.
Hoy que estamos ante la entrada a un nuevo año juntos,
ante la llegada de más de un año compartiendo almohada,
hoy siento que te necesito más que nunca
y me pregunto sin saber la respuesta o sin buscarla,
¿cómo has logrado colarte como agua entre mis pensamientos,
e inundarme pero no dolerme nada?
Ante estos versos
te invoco como hizo el poeta,
esperando que a mis palabras
acudas.

domingo, 2 de febrero de 2014

Leonard Cohen me hace llorar

Escuchando Undertow de Leonard Cohen

Me enfrento a tu ausencia
y al doloroso hecho de que ya no eres ni estás,
que me has dejado sola,
como a todos,
de que ya no veré tu sonrisa
salir volando hacia mí a través de tus ojos,
que ya no sabré que podré sostener tu mano
mientras trato de comprender las palabras destiladas con cariño.
Y mientras trato de no acordarme y asimilar que ya no estás,
que te has ido como querías y necesitabas,
las lágrimas recorren mi rostro
tratando de pasar el duelo.
Y mientras lloro,
desconsolada por la pérdida de un ángel que tuve la suerte de tener a mi lado,
no te siento cerca,
sino que el dolor de la pérdida me agujerea allí donde una vez hubo alma,
allí donde alguien también clavó su aguijón envenenado.
Y ahora,
llorando,
pienso en qué dios puede haber permitido tu sufrimiento
después de una vida de privaciones,
después de dar y no esperar recibir nunca,
después de ser tú
y del pago que te dio el destino.
Pienso que ojalá ese punto de luz que se extingue y lucha
esté en lo cierto
y ahora me mires desde alguna parte
con una sonrisa en los labios,
feliz al fin y libre,
esperando que tardemos mucho en reunirnos contigo.