AGONÍA

Maldito dolor que de mí se apodera
y cubre mi alma con su oscuro vela
aguardando el anhelo de vivir en las esperanza
de auellos felices días muertos.
Deseo vivir sola,
lejos de todo ser y sentimiento
y, mientras, en este momento,
siento el peso de la melancolía.
Muero por la noche y renazco por el día y,
sin quererlo, yo convivo,
en extraña compañía de quienes,
un día,
me amaron
ya hora son sombras y no más.
Las lágrimas amargas no calman mi desdicha
y mis ojos brillan bajo un cielo sin luz,
el mismo firmamento que no ha mucho tiempo
miraba eextasiada
y que ahora me mata con su temprana noche oscura.
Grito,
pido ayuda,
mas nadie acude en mi auxilio.
Mi garganta enmudece y ya no produce sonido alguno.
Siento mi cuerpo fenescer a merced de la Inmortal de la GUadaña
y mi alma,
presa de la tristeza y el pánico,
ya no sabe si reza, gime o cae en el olvido
en el que tantos ya se han ido y en el que no quiero permanecer.
Sueños que susurran en lo imperturbable,
niños muertos,
mujeres que no son ni serán madres,
sueños espantosos y vidas inconclusas
me llevan, me guían...
secuestran mi alma,
reclusa en mi propia muerte.
Que ya no es libertad,
que ya no es eterna,
que ya noes sombra,
que ya no es Sol,
ni Luna, ni estrellas,
que no es fea ni bella.
Nada siento, nada veo,
nada hay y nada existe.
Ni el Tiempo ni el Espacio,
ni la Vida ni la Muerte,
ni aquel dios benevolente
ni ese infierno de hiel y clamor.
Nada, simplemente.
Nada.

Nerea Ferrez.
1er premio de poesía en modalidad jóvenes en el Concurso Literario Esteban Manuel de Villegas.