lunes, 25 de junio de 2018

1800 segundos

Ya se han ido vuestros rostros,
paisajes de la inocencia y el alboroto,
las voces han quedado enmudecidas
por el tiempo inclemente
pero siento cada palabra garabateada dentro,
como un pulso que gotea.
Tal vez olvide vuestros nombres
con la losa del tiempo,
vuestros rasgos quedarán desdibujados
al paso de la madurez,
pero siempre quedará un remanso,
allí donde se guardan los recuerdos hermosos,
en el que viviréis
eternos
hasta que mi barca quede varada en la playa
o el viento frío cubra de arena la vida.

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