domingo, 12 de octubre de 2014

Una fábrica de recuerdos hermosos

Te observo mientras duermes
blanca, alba, nívea,
aunque tú no me veas,
aunque tú no me sientas,
aunque tú y yo no estemos
en el mismo espacio físico.
Te observo con esos ojos que miran sin ver
pero que pueden abrazar los miedos
y sentir el recuerdo nítido.
Al leer hoy tus palabras
(una fábrica de recuerdos hermosos)
he vuelto a esas habitaciones que hemos compartido,
a noches, días, carreras, estaciones, despedidas
y llegadas.
Te observo mientras duermes,
blanca, alba, nívea,
porque es la única forma que encuentro ahora
de contarte al oído
que te echo de menos
que te busco en las calles
que te encuentro en los versos.

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