sábado, 12 de julio de 2008

TARDE GRIS DE VERANO

Hoy es uno de esos días
en los que prefieres dormira la siesta
tapado por una manta de cuadros.
Mi madre está fuera,
y el resto del mundo que vive conmigo...
al final es como si no estuvieran.
Tan sólo la melodía monótona
de aquel ordenador de juguete
que de mí heredó mi hermano
me recuerda que no estoy sola en casa,
y lo único que cambia esta compañía
es que no puedo comer en el salón
ni andar desnuda, o casi, por el pasillo
dejando que el frío traspase mi piel.
Hoy el día es gris
y la novela aguarada,
no sé si triste o molesta,
me estoy vengando esta semana de ella,
por resitirse al tiempo y alargarse en mi mente cada día.
Y me he dicho,
¿por qué no escribir un poema?
uno de esos absurdos
que dejas escapar
como cuando te olvidas de cerrar el grifo del baño.
¿Por qué no escribir
aunque sea sin ganas?
Por ver lo que sale,
por si, quizás,
pueda hacer que la luna vuelva a mi cama.

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