viernes, 28 de agosto de 2020

Camino del héroe

 Sumida, envuelta por el cieno,

por las cien oscuridades

en torno al pecho.

"Es preferible dejarse hundir

y luego escalar, ponerse en lo peor,

que ser golpeada por la vida

y caer, caer, caer sin remedio",

siempre me digo.


Pero a veces el corazón grita.

Demasiado paso.

Resopla y algo me quiebra

la garganta.


Dejar que el monstruo te devore

para resurgir de sus entrañas

es una agotadora constante.

Espero aquí,

no obstante, con los pies encharcados,

al palpitar que me muestre de nuevo la escala.