domingo, 28 de abril de 2024

Reflejo en el abismo

 Escribo esto como un mantra

para calmar los monstruos,

para dejar una estela

que pueda seguir cuando las luces

se apaguen.

Inspiro, despacio,

lento,

muy

lento,

con la esperanza de calmar este corazón

acelerado,

el palpitar agreste que golpea

que embiste el pecho desde dentro,

como si el ariete lo manejaran los asediados

queriendo escapar de las ruinas y el fuego.

Inspiro, espiro.

Despacio.

Lento,

muy

muy

lento.

Y sólo espero

que las aguas se calmen,

que se enciendan las luces,

y no ser la única

en este gran teatro.

domingo, 29 de octubre de 2023

Ellos

Revolver al pasado
frustración e impotencia en las manos
los puños apretados
se quedaron atrás las juventudes
sin embargo
aquí están de nuevo Ellos

hoy
con más camino bajo las plantas
ya no hay dolor
ya no hay llanto

aun así
ahí quedan las heridas
resiliencia programada

ojalá poder borrar con un pestañeo
ojalá que el olvido les pese
como esta nube negra

sábado, 8 de octubre de 2022

Un devenir de improbabilidades

     Las recientes actualizaciones

han concluido en un conjunto de casualidades,

un maremágnum de ilusiones imprevistas,

el extraño fluir de la conciencia de un demiurgo benevolente.

Llanto y sonrisa a través de las fechas

-temerosas, terribles, casi olvidadas-,

muescas en la tabla que sustenta este hilo.

A veces,

a veces la prosa se escapa,

allá donde el verso no puede ser libre.

miércoles, 31 de marzo de 2021

 Te preguntas -a veces-

si alguien te echaría en falta,

si has hollado la vida lo suficiente

como para dejar una marca

indeleble.

Dudas si alguien pueda querer

esa parte triste que incluso tú

desechas

mientras esas llagas aún sangran.

Dejas que el dolor te acompañe

como amigo fiel, único que recuerdas,

y mientras sigue cayendo la lluvia,

y la rueda gira

y tal vez te atropella.

viernes, 19 de marzo de 2021

 Que me dejen oler las flores

y el hálito de las montañas,

y esperemos a mañana

para olvidar los futuros posibles.

Desencadenad los vientos y huracanes

mientras mi alma reposa serena

lejos de tamañas multitudes.

Extiende mi camino un par de pasos,

y tras esos mil y mil más,

que me quedan muchos besos,

muchas palabras y demasiados quehaceres.


Aparta un tiempo el corquete

de mi cuello

y déjame disfrutar de los frutos del trabajo

y de aquellos que venir se esperan.

Permite que repose mientras prosigo el paso

y no a un lado de la senda.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Porque no estás

 Porque no estás

tal vez la pena no sea tan grande

ni el abismo tan hiriente

como para quebrar en llanto a toda una estirpe,

pero te veo en el reflejo de sus ojos

y miro a otro lado

por si el espejo me devuelve la mirada

y descubres

-con horror-

que te fuiste a tiempo para no ver los errores.

No estás y me acompañas en cada paso,

te recuerdo en cada instante

pero te expulso del pensamiento

si las nubes amenazan tormenta

porque, después de tanto tiempo,

aún temo que estalles en mil pedazos

y el cielo caiga sobre nosotros.

viernes, 28 de agosto de 2020

Camino del héroe

 Sumida, envuelta por el cieno,

por las cien oscuridades

en torno al pecho.

"Es preferible dejarse hundir

y luego escalar, ponerse en lo peor,

que ser golpeada por la vida

y caer, caer, caer sin remedio",

siempre me digo.


Pero a veces el corazón grita.

Demasiado paso.

Resopla y algo me quiebra

la garganta.


Dejar que el monstruo te devore

para resurgir de sus entrañas

es una agotadora constante.

Espero aquí,

no obstante, con los pies encharcados,

al palpitar que me muestre de nuevo la escala.

martes, 12 de mayo de 2020

Un puño en el pecho

Un puño en el pecho.
Presión en ese punto
que arrebata la lágrima,
un mundo sobre las espaldas.
Demasiadas piedras en la garganta,

Un puño en el pecho.
Latido reducido a silencio,
tratando de zafarse.
Falta de aire.

Un puño en el pecho.
Alas rotas
y ganas de lanzarse a volar.
Campanas en las sienes,
susurros que espantan.

Un puño en el pecho.
Tanto espacio
para tan poco aliento.

viernes, 20 de marzo de 2020

“Mañana, y mañana, y mañana se arrastra con paso mezquino día tras día hasta la sílaba final del tiempo escrito, y la luz de todo nuestro ayer guió a los bobos hacia el polvo de la muerte. ¡Apágate, apágate breve llama! La vida es una sombra que camina, un pobre actor que en escena se arrebata y contonea y nunca más se le oye. Es un cuento que cuenta un idiota, lleno de ruido y de furia, que no significa nada.”

William Shakespeare, Macbeth

Mañana.
Mañana y mañana y mañana.
El mañana es una quimera
que nunca llega y nos engaña.
El mañana, sombra que se escapa,
arena, sal, aire, viento, amor...
Mañana es paso siguiente
sin saber si el paso nos lleva
al abismo,
sin conocer lo que vendrá,
el mañana es hoy una rueda
que gira y gira y nos atrapa
hasta que el cuerpo diga
basta.
Oigo
-anoche volvía a escucharlo-
ese tintineo de algo roto,
es un golpeteo constante,
como una piedrecilla en el zapato.

A veces dejo de oírlo
-tal vez se quede atascado
en algún recodo fragmentado-
pero siempre vuelve.

Estas noches cercenadas
no tengo tiempo para su canto
pero, a veces, me dice que cada día que vivo
es un poco menos que he muerto.

sábado, 18 de enero de 2020

Ciclos

Nací
y necesité del sol.
Esos rayos fueron vitales
para completar mi existencia
(tal vez, ya desde entonces,
la vida me advertía futuras penas).

Pasó el tiempo.
Crecí,
a fuerza de dicha y abuela,
pero fueron también los golpes
los que forjaron mi carácter
(tímido, sensible, llagado
como los afluentes de un río
que horadaron hasta las raíces).

Fueron varias las luces
que me impulsaron hacia adelante,
pero siempre bajo una magna sombra
donde el sentir se basaba en lo pequeño.

Así llegamos a hoy.
Una palabra ha bastado para alzarme,
para iluminar todo mi vacío ser de luz.
No olvidemos, no obstante,
que también será una palabra
la que, siendo frágil astilla temerosa,
pueda quebrarme.